Todo lo que digas podrá ser utilizado en tu contra en un divorcio express

En las películas americanas de abogados, cuando los policías detienen a alguien y le leen sus derechos, la frase más célebre es la de “Tiene derecho a permanecer en silencio, cualquier cosa que diga podrá ser utilizada en su contra”, pues aquí exactamente lo mismo, todo lo que digas o hagas durante el procedimiento de divorcio será mirado con lupa, e incluso el más ligero despiste puede ser deliberadamente sacado de contexto y exagerado con el fin de dañarte.

Cuando tú y tu cónyuge estabais felizmente casados, probablemente se lo contabas todo sin pensar en las consecuencias que eso conllevaría, sin embargo esta dinámica debe cambiar después de que se haya interpuesto la demanda de divorcio.

Es importante recordar que tú y tu cónyuge estáis en lados opuestos en un litigio judicial. Es especialmente importante recordar esto cuando el divorcio express de mutuo acuerdo (es fácil caer en una falsa sensación de seguridad creyendo que el procedimiento va a ir como una seda, y que luego se tuerzan las cosas).

Debes tener especial cautela en todo lo que dices, porque a partir de ahora hasta el más inocente comentario puede ser malinterpretado y usado en tu contra. Además, no deberías exponer ningún aspecto de tu estrategia en el divorcio porque esto podría dar una ventaja a tu futuro ex cónyuge y su abogado, dándoles así una oportunidad para contrarrestar tu plan de ataque.

Piensa en una simple discusión en la que le dices a tu pareja que no ves el momento de librarte de él o ella, y por supuesto tú te refieres a que deseas que termine el divorcio para vivir separados, sin embargo la otra parte puede decir que le has amenazado y que ahora teme por su vida.

O bien imagina que tú y tu cónyuge estáis teniendo un procedimiento de divorcio tranquilo y amistoso, y todavía mantenéis la amistad suficiente como para tomar un café de vez en cuando, y durante una de estas conversaciones intrascendentes en un ambiente relajado le haces la confidencia de que estás a punto de terminar un negocio que te reportará grandes beneficios, o de que te han subido el sueldo, o que has encontrado otro trabajo donde te pagan más… etc. Tu cónyuge se lo menciona a su abogado, a lo mejor sin ninguna malicia, pero éste le hace ver que esto cambia las circunstancias del divorcio y que el acuerdo al que habíais llegado debe ser modificado para pedir más dinero.

Y esto no sólo en casos que conlleven una mejora objetiva de tu situación económica como los mencionados, sino que también podría ser peligroso si le cuentas que te has comprado un coche nuevo, que vas a hacer un gran viaje, que estás mirando una nueva casa para comprarte… etc., o cualquier indicio de que tu situación económica es mejor que la declarada en el momento de hacer el acuerdo, lo que se puede traducir en cambios en la pensión de alimentos, pensión compensatoria, reparto de patrimonio… e incluso en la custodia de los niños.

Hay que ser especialmente cauteloso con lo que se dice y la información que se facilita durante las discusiones, ya que estando en caliente es cuando menos controlamos lo que decimos.

Por ejemplo, imagina que quieres la guarda y custodia de vuestros hijos, y tu principal argumento es demostrar que tu cónyuge bebe demasiado, así que en el fragor de la pelea le dices “espera a que el juez sepa las cervezas que te tomas cada día”.

Alertada por ello, teniendo en cuenta que pueden pasar varios meses hasta el juicio, tu pareja tiene tiempo suficiente para cambiar completamente su actitud, encontrar testigos que digan que ha dejado completamente la bebida y ahora hace una vida sana, y conseguir pruebas de tus fiestas de fin de semana y de tus citas con varias personas, así que se presenta en el juicio alegando justamente que quien bebe y tiene mala vida eres tú.

El divorcio no es ninguna broma así que mantén tus cartas ocultas. Quizás durante el matrimonio era normal tener discusiones acaloradas y hablar de cualquier cosa sin miedo alguno, pero ahora que ha empezado el procedimiento de divorcio todo lo que digas o hagas puede ser utilizado en tu contra, así que sé el dueño de tus silencios y no el esclavo de tus palabras.