El divorcio de mutuo acuerdo es también conocido como divorcio express.
Ante una crisis matrimonial que desemboca en una petición de divorcio, las parejas tienen dos opciones. Pueden optar por la vía del divorcio de mutuo acuerdo, siempre más sencilla y menos costosa, o en su defecto pueden recurrir al divorcio contencioso, siendo en este caso el juez quien decidirá los efectos que se deriven del divorcio.
El divorcio de mutuo acuerdo es también conocido como divorcio express, ya que la cuestión puede estar resuelta en unos pocos meses, mientras que si se opta por un divorcio contencioso el tiempo medio de espera es de un año.
Se siguen los trámites del divorcio de mutuo acuerdo cuando ambas partes se ven capaces de alcanzar un acuerdo sobre los efectos que regirán su divorcio. En esta situación ambas partes pueden contar con un único abogado y procurador, ahorrando así costes.
El abogado se encargará de mediar entre las partes para conseguir un acuerdo. Ese acuerdo se reflejará en un documento llamado Convenio Regulador, que se encarga de recoger los pactos entre las partes en materia de:
Una vez llegado a un acuerdo y redactado el Convenio Regulador, se presentará la demanda de divorcio ante el Juzgado de Familia correspondiente. A la demanda se acompañará el certificado de matrimonio, el certificado de nacimiento de los hijos (si hubiera) y el Convenio Regulador firmado por las partes.
El juez procederá a la revisión del Convenio Regulador y si todo es correcto dictará sentencia acordando el divorcio y aprobando el Convenio. Si detecta alguna cuestión incorrecta, dará plazo a las partes para alcanzar un nuevo acuerdo sobre ese punto. Si no hay acuerdo, será el juez el que resuelva directamente la cuestión a través de la sentencia.
El divorcio de mutuo acuerdo puede darse también ante Notario, pero únicamente en el caso de parejas que no tengan hijos menores de edad o incapacitados. En este caso el acuerdo de divorcio se recoge en una Escritura Pública a la que acompaña el Convenio Regulador que rige los efectos derivados del divorcio.
Si el Notario no aprueba el Convenio Regulador por considerar que puede ser dañino para alguna de las partes, entonces las partes tendrán que acudir a la vía judicial para conseguir el divorcio.
El divorcio de mutuo acuerdo, ante el juez o ante el Notario, es una vía que cada vez se está usando más para poner fin al vínculo matrimonial. El ahorro de costes y de tiempo son las principales razones para optar por este proceso.
A ello hay que sumar que intentar resolver los problemas de forma amistosa y civilizada siempre es mejor para todas las partes implicadas.
A día de hoy, desgraciadamente para muchos hombres, el tema de los malos tratos les supone un verdadero problema cuando van a proceder a un divorcio..
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